Hace unos días me reuní con Inga Verbeeck, fundadora de Ivy International, una agencia de matchmaking para hombres y mujeres distinguidos que quieren encontrar a su verdadera media naranja. Si queréis saber quién es Inga y qué es eso del matchmaking, ya sabéis, no os queda otra que seguir leyendo.
Empecemos conociendo un poco mejor a Inga para, de esta manera, descubrir el origen de Ivy International. A Inga Verbeeck la podemos definir como una mujer de éxito, una emprendedora. Con 19 añitos comenzó a trabajar en el negocio familiar, una compañía acerera, y con 29 años ya era directora de la empresa, ¿qué?, ¿envidia?, yo sí, la verdad. Bien, con este dato yo creo que queda bien ejemplificado el tema del éxito, pero, ¿y lo de emprendedora? Bueno, lo normal es pensar que Inga con 29 años ya tenía la vida resuelta, pero no, ella se dió cuenta de que a medida que nos hacemos mayores, conocer gente nueva se hace más difícil. Cuando éramos niños, una sóla frase bastaba para hacer amigos: ¿puedo jugar contigo?, pero de adulto la cosa se complica y, con 30 años, si sueltas esa pregunta para intentar conocer a alguien, ya te digo yo que la cosa no va a funcionar. Y si encima hablamos de gente expuesta a chupópteros o buscavidas, ya ni os cuento.
De esta manera nació hace unos 5 años Ivy International, una agencia de matchmaking con miembros en varios países a ambos lados del Atlántico (EEUU, Italia, Dinamarca, Francia…) y que ahora aterriza en España, bueno, la verdad es que llevan casi un año por estos lares, pero no ha sido hasta el otoño de 2015, cuando han abierto su primera sucursal en Barcelona y ahora quieren ampliar su presencia en nuestro país creando otras dos sedes en Madrid y Marbella.
Como he dicho al principio, Ivy International es una agencia de matchmaking exclusiva, sus tarifas son a partir de 15.000€, para hombres y mujeres distinguidos que quieren encontrar a su alma gemela. En este punto no quiero que nadie se me asuste y abandone la web, si a mí me invitaron a conocerles, vosotros podéis seguir leyendo tranquilamente, aunque estemos hablando de un presupuesto que, seguramente se escape a nuestros humildes bolsillos, no significa que no podamos hablar de ello. ¿Quién sabe? a lo mejor mañana triunfáis en un gran proyecto y queréis contratar sus servicios… Y si alguno de los presentes se puede permitir estas tarifas a día de hoy, os recuerdo que tenéis a vuestra disposición mi email (info@maryasexora.com) para mandarme las escrituras de la casa en Asturias que amablemente me podéis (por no decir, debéis) donar (guiño, guiño; codazo, codazo). Y tras este pequeño inciso de donaciones locas que podéis hacerle a vuestra bloguera favorita, sigamos con la presentación de Ivy International.
Llevo ya tres párrafos diciendo que es una agencia de matchmaking pero, ¿qué esmatchmaking? Por si no lo habéis adivinado ya por el título y por las pistas que os he ido dando, matchmaking se puede traducir como “hacer uniones” y un matchmaker sería por tanto un “casamentero”. Es decir, estamos hablando de una exclusiva agencia de citas (o matrimonial) enfocada a un público de cierto caché: banqueros, futbolistas, empresarios, altos ejecutivos… en definitiva, gente de éxito, ya os podéis imaginar. Pero quede claro que no aceptan a cualquiera sólo por que tenga dinero, digamos que además de tenerlo, hay que merecerlo.
Ivy International no es una agencia matrimonial al uso, más allá de la exclusividad de sus socios, ellos no se basan en programas informáticos de análisis estadísticos para el emparejamiento (huyen de todo eso), ellos invierten tiempo y recursos (de ahí que sean una agencia de matchmaking exclusiva) en conocer a la persona pasando tiempo con ellos, y estamos hablando de días, no del rato que podemos pasar tomándonos un café…; les aconsejan para mejorar su imagen; les asesoran a través de profesionales como psicólogos, dietistas o entrenadores; se encargan de gestionar las expectativas (quiero una chica rubia, ojos azules, 1,70cm, o un hombre calcado a George Clooney) y así convertir la búsqueda de pareja en algo realista (comparte tu pasión por el deporte, le encanta navegar como a ti…), algo que me parece muy importante y básico si realmente se quiere encontrar a esa persona especial; comprueban que lo que dicen sus socios es verdad (si está divorciado, si tiene o no hijos, su solvencia financiera, etc.)… Como os podéis imaginar, esto lleva tiempo y dinero y a medida que la cobertura de servicios y la cantidad de encuentros aumenta, también lo hace su tarifa, de ahí que tengan tres categorías de socios: Standard, Executive y Premium.
Todos estos estos filtros y toda esta inversión de tiempo y esfuerzo que realiza esta agencia de matchmaking, garantizan que no se cuele alguien que sólo busque sexo o que quiera una “pareja florero”, ya sabéis, buscar a alguien sólo para lucirlo como un trofeo. Ellos lo describen con una buena frase: Nosotros usamos cabeza en lugar de corazón, para que tú uses el corazón y no la cabeza. Es decir, aseguran una búsqueda real, no idealizada, de una pareja de una manera personalizada, segura y discreta, de hecho, son tan discretos, que no exponen fotos de sus socios, no se trata de una web de citas con un buscador por “catálogo”, es más, para presentar a las futuras almas gemelas, sólo les facilitan una descripción, pero no enseñan ninguna foto de la otra persona. Pensad que a nadie le gusta decir que ha pagado a una agencia para que le busquen pareja y eso le pasa a todo hijo de vecino, con independencia de los ceros que tenga una en su cuenta corriente, por lo que la discreción se agradece bastante y se valora muchísimo en general y en estos círculos exclusivos, en particular.
¿Cómo se realiza la presentación de la posible futura pareja? Pues como se ha hecho toda la vida, porque como ellos dicen se trata de “citas tradiciones en el Siglo XXI”, vamos, que se les facilitan los teléfonos de la otra persona y que chico llame a chica para quedar, o chica llame a chica o chico llame a chico, porque se trata de una agencia que trabaja con independecia de la orientación sexual de la persona. Y en este punto, la inocente servidora, que sólo tiene telarañas en su cartera preguntó: ¿y cómo quedan si estamos hablando de una empresa con socios por media Europa y más allá? A lo cual, me contestaron (traducción no literal): ¡ay!, mi joven padawan, para este tipo de socios no es problema pegarse un viaje España-Dinamarca para cenar, por ejemplo… Imagino que este tipo de viajes para estos socios, tiene que ser como hacerse un Madrid-Valladolid para el resto de los mortales.
Respecto a sus socios y el éxito en su trabajo, nos contaron que actualmente poco más de la mitad de sus clientes son mujeres (cosa muy distinta a cualquier web o app de citas) y, además, tienen actualmente un éxito del 75% en el primer año. Es decir, que 3 de cada 4 socios encuentran pareja antes del primer año con Ivy International. Respecto a las edades nos dicen que el socio más joven era de 23 años y la más mayor era una mujer de 76, aunque su rango más común es de los 35 a los 45 años.
Este encuentro con Inga me resultó muy interesante, a pesar de que, lógicamente, no cumplo con su perfil de socio y se trate de un mundo que se escapa a mi conocimiento. Espero que a vosotros también os haya parecido interesante conocer un poco como trabaja una agencia de matchmaking de alto standing. Y si estáis interesados en contratar sus servicios, encontraréis un formulario de contacto en su página web, os aseguro que estarán encantadas de ejercer de “celestinas premium”, y tras rellenar su formulario de contacto, podéis escribir al mío para aquello de las generosas donaciones de las que hemos hablado antes…
Por último, quiero dar las gracias a Inga y a su equipo por invitarme a este encuentro y por la posibilidad de tomarme un café con ellas en The Westin Palace, el cual, por cierto, estaba ¡co-jo-nu-do! Porque sí, amigas y amigos, aunque el dinero no de la felicidad, como hoy hemos visto, ayuda.
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